Si termino con el
dolor y las sombras, ¿llegará el destino esperado? Tomaré la decisión más
acertada, aquella que me llene las venas de azúcar.
Cuando encontramos
el eje cumplidor de nuestra guía es cuando vivimos como queremos pero, ¿eso es
realmente cierto? ¿Es verdad que podemos elegir caminar por piedras chatas y
redondeadas en vez de sucumbir a los deseos de la penumbra y caminar sobre
brasas ardiendo?
Si hoy no consumo
la cantidad necesaria de fármacos que necesito para vivir día a día, ¿mis
decisiones tendrán el mismo peso? Si hoy elijo liberarme de la detención
emocional a la que me veo atado cuando camino sobre el pasto, tal vez sea
distinto mi sentir.
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