domingo, 22 de septiembre de 2013

Dosis.

Esa noche fue una de las cosas que no voy a olvidar jamás.

Tuve la oportunidad de ser amo y maestro, "ciervo" y animal. Tuve la oportunidad de ser pecador en el sistema de creencias que manejamos. Tuve el sentimiento más puro, seguro, en mis manos y lo tiré como si nada.

Tuve la gerencia, todo. Estuve a punto de gritar y me quedé callado. Hoy pienso distinto, más humilde. Hoy pagué las cuentas y no tengo más peso en el cuerpo.

Pero no, tenés razón. Siempre uno tiene que pagar por lo que ha hecho. Y hoy me toca pedir perdón. Mañana me hago cargo.

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