viernes, 9 de abril de 2010

FUCKIN' HANGOVER. LOVE, DON'T MESS AROUND WITH ME. [3]

[…] Me besaste y no me resistí. ¿Cómo hacerlo? Eras todo lo que quería, todo lo que necesitaba y todo lo que pedía. Y más, siempre fuiste más; tenías siempre debajo de lo que pretendías mostrar un vos distinto, un vos que quiere, algo que siente a pesar de la piedra que tenés por rostro.

Mi mano en la mesa, apoyándose para no caer. Te levantaste, dejaste de morder mis labios y te detuviste. ¿Por qué? La respuesta estaba parada en la puerta de la cocina. Entendí, seguí la corriente y nos hicimos los boludos; nadie tenía que saber, por vos, por mí, por todos. ¿Por mí?

Inventamos alguna excusa ridícula: “Pasame el vino así lo guardo”, “¿Querés que guarde las cosas?”, “¿Estás bien? Pensé que te habías ido”, “¿Te podés ir así seguimos la nuestra?”. Yeah, right. Me paré, pregunté y dijo que se había olvidado el estéreo del auto, que se había dado cuenta cuando ya llevaba varios kilómetros hechos y que había vuelto. (Podría haber llegado a su casa y buscarlo otro día, no, no, quiso volver.) Lo buscamos los tres, me miraba de forma extraña, sabía lo que estaba pasando pero hizo voto de silencio y cerró su boca. Lo encontramos, pregunto si me iba solo después, que si estaba seguro por lo que era un viaje un viaje largo y dije que sí. “Nos vemos, hablamos mañana.”

Apenas cerramos la puerta me tiraste al sillón, y la música seguía sonando. ¿Por qué cada momento – y me refiero a “cada momento” – de mi vida está marcado, en recuerdo, por alguna canción? Siempre diferentes, nunca se repiten, así el protagonista alumbrado con mi presencia sea el mismo, la música marca otra historia, otra realidad diferente a la anterior. Me gusta, y lo he aceptado con el paso del tiempo: la música ha llegado a marcar mi vida; escucho desde folklore hasta la más indebida y retorcida melodía no aparentada de algún beat electrónico. No viene al caso contar lo mío sino es con vos, así que callo.

En el sillón pasó lo mismo que mi mente planeaba. Lo negaste al tiempo alegando locura momentánea, “homicidio en estado de moción violenta”, mataste tu cordura y me dejaste llevar la movida nocturna, te liberaste y te vi; esa noche cambió muchas cosas, me tuviste, te tuve y te deje hacer, sin pensar en que al día siguiente ibas a ser todo lo que quería y más. “Siempre fuiste más de lo que necesitaba”, tres veces al mes escuchaba eso; caja de resonancia inexistente que me hacía sentir tus palabras en mis labios. Hoy no entiendo, lo juro.

Veo que la ventana no está oscura, la luz me ciega mientras tengo tu mano oprimiendo mi pecho. N quiero malentendidos, opresión benigna, elección de noche de alcohol; mañana de suspiros, labios húmedos y café, mucho, mucho café.

Si sentía tu respiración en mi cuello y no me movía era porque así lo quería mi “yo” poco presentable y dubitativo, host de la mañana post placer, sentimiento que no quiero repetir con vos hoy. Si seguía suspirando cada vez que te movías era porque antes sentía tus suspiros; nunca fuiste tan fuerte como quisieras ser.

“Hay helado de limón, frutilla y chocolate.” Perfecto. Después de varias horas de éxtasis y empedernida lujuria no hay nada mejor que helado a las 10am.

Estaba desnudo y vos también. Barely naked. No mostré lo que sentía, no fue completo. Callé mis sentimientos y dejé hacer, permití que mi lujuria y la libidinosa decisión tomaran control completo de mi respiración de mis idas y venidas, de mis locuras en pleno grito de libertad. Encontré con mi vista mi ropa interior en la sala, detrás del mueble de las copas, me incorporé, lo tomé, me lo puse. Te besé y caminé hasta el freezer. Escuché tus pasos descalzos, miré a la puerta y te vi. Ni un ápice de dignidad tenías, la cabeza revuelta, los ojos cansados, un cigarrillo consumiendo tu boca y tu mano izquierda enquilombando más tu pelo; escena perfecta de alguna porno barata. Mi cuerpo se entibió cuando me di vuelta para buscar algún utensilio y sentí tus manos en mi pecho de nuevo, tu suspiro en mi cuello y un beso en mi mejilla. Me senté en la mesada, te ofrecí una cuchara y me respondiste con un golpe directo a lo que antes tenía autonomía, tus labios nunca fueron más cálidos que esa mañana. Parados los dos, helado va, helado viene, nicotina que compartimos y un beso que se encuentra en esa escena sin entender qué hacer.

La música seguía sonando, y esta vez escuchar “Babe, pick a night to come out and play” nunca tuvo más sentido.

- ¿Será muy repentino que esta noche te llegue un mensaje invitándote a salir? – fue un momento extraño, mi idiotez no tenía límites, mientras movías tus labios sacando palabras yo te miraba; esa noche te entregué lo que juré nunca dar: eso que late y te da sangre y cuando lo rompen te la quita, aunque sientas tu pulso – Tampoco es que sea tan necesario preguntarte. – “No, en lo absoluto. No me preguntaste si te dejaba entrar y ya estás acá”, pensé.

- No creo, a lo mejor el tuyo suena antes y estoy en la puerta tocando bocina.

- No soy una puta de las que salen al tercer bocinazo; mínimo espero que toqués el timbre, pasés, me saludés, te haga esperar un rato y salgamos por la puerta después de haberte dado un beso.

- ¿Tanto protocolo tenés? – Tocaste mi espalda y te acercaste mientras terminaba mi frase, acercando tu boca a mi oído derecho.

- Me tengo que cuidar. - Nunca un susurro sonó tan real, tan mentiroso y tan repleto de agonía de mi razón.

“I'm sure you've heard it all before, but you never really had a doubt”, nuevamente mi teoría, demostrando lo que pienso. No importa si las canciones se tocaban de manera aleatoria. Hace cuatro minutos una canción de pop chicloso me tuvo en su manos mientras te admiraba y ahora, una bossa hecha cover del inglés me da la misma razón para alejarme, mirar con perspectiva de víctima culpable y entender que ya no tengo razones para pelear. El amor está tocando la puerta, pero ya estaba adentro cuando fui a preguntar por el portero quién era. […]

1 comentario:

  1. Entendí, seguí la corriente y nos hicimos los boludos; nadie tenía que saber, por vos, por mí, por todos.
    ----------------
    ¿¿¿¿Por mí????
    --------------------

    CLASICO

    ResponderEliminar