martes, 3 de abril de 2012

Canciones I

Ni derecha ni izquierda. No es derecho ni izquierdo. Nada.

Al mismo tiempo pienso si es desilusión o inercia, traducida como estupor. No sé si es legal o no, tal vez sí. Son fotos que se repiten una y otra vez en mi cabeza, como una película; como una presentación. Y la música que empieza y termina, y vuelve a empezar y sigue sonando.

Son canciones conocidas, que sé de memoria.

“Más fuerte que las sirenas, más fuerte que las campanas.

Más dulce que el cielo y más caliente que el infierno.”

¿Sirve de algo comparar? ¿Tiene sentido recordar cómo me sentía cuando dormía acompañado ahora que estoy solo y sé que sólo me queda este cuerpo mío como compañía? ¿De qué me sirve acordarme cómo se sentía cada célula que tengo adentro cada vez que estaba desnudo con él, en él, con él en mí? ¿Sirve pensar una y otra vez lo que le diría si se que no tengo que volver a dirigir mis palabras hacia ese intento de amor? ¿De qué me sirve saber que no estoy bien y que parte de lo que siento es porque siempre quise jugar al amor cuando no conocía las reglas?

Love is an exercise in always telling lies,

In always breaking hearts,

In changing body parts.

Y es justo eso, la misma música que me hizo caer profundo dentro de lo que pensé que era su corazón, y no, era sólo el abismo de nada, porque fui nada pero fue todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario